miércoles, octubre 22, 2008

El gran salto

Cuando mires dentro de un charco y puedas ver el universo reflejado en él, entonces veras la distancia que hay que saltar. Cuando llegues a entender que no hay más limites que los que pone tu propia conciencia, entonces te sentirás libre para saltar. Cuando descubras que el miedo sólo existe en la mente de cada uno de nosotros, entonces algo te susurrará al oído diciéndote que estás preparado para saltar. Cuando decidas afrontar tus miedos y descubras que la mayoría de tus temores fueron provocados por tu propio miedo y que lo que ocasionó ese miedo fue el temor a afrontarlo, entonces, ..., sólo entonces saltarás.




miércoles, octubre 15, 2008

Paseos

Al dudoso son de un violín indigente me vieron bailar sobre el embaldosado de aquella plaza perdida. Posiblemente aquel viejo instrumento sólo sonaba en mi cabeza. Pero eso a mí, me daba exactamente igual. Nunca me planteo la diferencia entre pensar y soñar despierto. En el fondo, sólo son pequeñas liturgias que vienen una y otra vez a mi mente, como aves peregrinas, cuando paseo en atardeceres melocotón. Y siempre, allí y en ese preciso instante mágico, apareces tú para bailar conmigo. Luego, paseamos juntos y en cada rincón nos besamos.


lunes, octubre 06, 2008

El combustible de mi hoguera

Harto de hacer sistemáticamente lo mismo, esperando diferentes resultados, decidí que todo aquello debía cambiar. Concentré toda la energía que me quedaba y decidí hacer algo bien distinto. Pensé que justo todo lo contrarío de lo que solía hacer era la mejor opción, o quizás la única opción. Y mientras le preparaba las maletas a mi corazón, pasé del te quiero al no te soporto en un segundo. Del te pienso al te olvido en un suspiro. Sí, aquello sabía hacerlo de lo más bien. Así que mi voz no se volvió a quebrar nunca más al pronunciar su nombre.

Ahora, años luz después... desde luego, mucho mejor ya, desde la playa, bailo con mi propia sombra a la luz de la hoguera de San Juan.